miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sección femenina de la Falange

Extractos de Sección Femenina de la Falange Española
y de las JONS -Editado en 1958.
Preparación de la mujer al matrimonio.
20 Principios a no olvidar.

1.Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo.
2.Ofrécete a quitarle los zapatos.
3.Habla en tono bajo, relajado y placentero.
4.Prepárate: retoca tu maquillaje, coloca una cinta en tu cabello. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo y uno de tus deberes es proporcionárselo.
5.Durante los días más fríos debéis preparar un fuego en la chimenea para que se relaje frente a él.
[...]

La historia ha evidenciado que para la implantación de cualquier régimen totalitario, autoritario o fascista, éste debe apoyarse en una base social, donde es crucial la familia, como pieza clave en una sociedad jerarquizada, y por tanto, los nuevos valores que se atribuirán a la  figura de la mujer. Tanto Mussolini, Hitler, José Antonio, y Franco, reescribieron un discurso de feminización dentro de la política del régimen  para ganarse el apoyo de las mujeres. Ellas eran las madres de la patria.

La Sección Femenina fue constituida en 1934 como la rama femenina del partido político Falange Española, disolviéndose en 1977, tras la muerte del General Franco y la consiguiente liquidación de su régimen. Fue dirigida desde su constitución hasta su liquidación por Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia. Impregnada su Jefa Nacional de un ferviente catolicismo, la Sección Femenina adoptó las figuras de Isabel la Católica y Santa Teresa de Jesús como modelos de conducta y símbolos de su acción.

Durante la Segunda República española, las militantes de la Sección Femenina realizaron tareas de apoyo a la militancia masculina del partido, especialmente visitas a los presos del partido y a sus familias, así como tareas de enlace entre los presos y la calle (mensajes, consignas, etc.).

Con la llegada de la Guerra Civil española, estas  se dedicaron a prestar apoyo a las familias de los caídos del bando nacional en la lucha, además de sus tareas anteriores en la retaguardia republicana, y fueron progresivamente adquiriendo protagonismo en la retaguardia de las poblaciones conquistadas por los sublevados, organizando espontáneamente la asistencia básica a la población (ranchos de comida para los niños, ropa, sanidad, reparto de cartillas de racionamiento...), en competencia velada con el Auxilio de Invierno creado para estas funciones por Mercedes Sanz Bachiller. Su confirmación institucional les llegó en 1937, cuando el General Franco les entregó el control exclusivo del recién creado Servicio Social de la Mujer, émulo fascista del Servicio Militar masculino y, como éste obligatorio.

En los primeros años del franquismo se consolidó su papel institucional, al serles encomendado el Auxilio Social (heredero del Auxilio de Invierno) y sobre todo, el control exclusivo de la formación femenina, centrada sobre todo en la instrucción de las jóvenes para ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas, con la Sección Femenina se ensalzaba la figura de la mujer como perfecto ángel del hogar, y pilar fundamental de la familia y los valores tradicionales que alejaban a la mujer de la vida política del país, por lo tanto, la dictadura de Franco lo que hizo fue dedicarse a conducirlas de nuevo al redil doméstico, en extirparles afanes igualitarios y en convertirlas en las procreadoras que la patria necesitaba después de tanta sangría.









viernes, 25 de diciembre de 2015

Comentario diezmo


La palabra diezmo procede del vocablo latino decimus y está vinculado a un décimo (la décima parte de algo). El concepto se utilizaba para nombrar al derecho del 10% que un rey exigía sobre el valor de las mercaderías que entraban a su reino o que se traficaban desde sus puertos. Es por lo tanto un impuesto del diez por ciento que se debía satisfacer a diferentes estamentos, tales como, antiguas repúblicas, monarquías, señoríos, o a la «planta eclesiástica» vinculada a estos, que se abonaba en razón de obtener alguna contra-prestación o utilidad como «contribuyente», razón que fue diversificada durante las respectivas épocas.

En este artículo de El País, podemos observar como una pareja de campesinos en pleno siglo XXI continúa pagando el diezmo propio de la Edad Media. Tras dos siglos de aprendizaje y errores, el diezmo, como afirma el artículo anterior, se sigue pagando en algunos casos donde las tierras trabajadas siguen siendo propiedad de la Iglesia. Este es el caso de la familia de A Coruña que nos ocupa, que tras haberse eliminado el objetivo por el que pagaban este impuesto, la fundación eclesiástica encargada de esas tierras les reclamo 10 años de "deudas", cosa que nos puede parecer absolutamente absurdo hoy en día. Varias leyes pasaron a obligar que no se pagasen este tipo de impuestos, y en el caso de que estas tierras pertenecieran a la Iglesia deberían de haber sido devueltas o bien compradas por los arrendados.


Comentario Colbert-Mazarino

Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que, engañar [al contribuyente] ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello…
Mazarino: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. Pero el Estado…!! cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!! No se puede mandar el Estado a prisión… Por tanto, el Estado puede continuar endeudándose. Todos los Estados lo hacen!
Colbert: Ah sí? Usted piensa eso? Con todo, precisamos de dinero. Y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
Mazarino: Se crean otros.
Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
Mazarino: Es cierto, eso ya no es posible.
Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?
Mazarino: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
Colbert: Entonces cómo hemos de hacer?
Mazarino: Colbert, tú piensas como un queso de Gruyere o como el orinal de un enfermo!!. Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres!! Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos…, cada vez más…, siempre más! A esos, cuanto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos¡¡. Son una reserva inagotable!!.



En este diálogo podemos observar un claro antecedente de la situación actual de crisis en España. Mazarino establece que se deben crear impuestos sobre los que no son ni ricos ni pobres, es decir, sobre la clase media, la cual sueña con enriquecerse y teme llegar a ser pobre, por lo que trabaja día a día y no se queja de los impuestos adicionales que le cobren. Así,  Mazarino le explica a Colbert que el dinero del estado debe de obtenerse a través de la clase media mediante impuestos agravados, exponiéndolos como una reserva inagotable. Actualmente, este fenómeno tiene lugar en actos como la subida de impuestos (el IVA) y los numerosos recortes en los servicios públicos, que está teniendo especial repercusión en la clase social media española.





Comentario desamortización

La desamortización es el proceso a través del cual las tierras de la Iglesia o de los morgados nobiliarios que hasta entonces no podían venderse ni dividirse, pasan a estar en el mercado libre. Estas tierras solían estar en poder de manos muertas, es decir, no eran explotadas correctamente. Este largo proceso social y económico fue iniciado el 1878 por el valido Godoy para poner remedio a la crisis financiera en el reinado de Carlos IV y llegó a su fin en la primera mitad del S.XX.
La desamortización consistió en la expropiación forzosa y subasta pública de las tierras y bienes hasta entonces inalienables; es decir, propiedades en condiciones de manos muertas por parte de la Iglesia o morgados nobiliarios. En otros países sucedió un fenómeno de características más o menos similares. Su finalidad fue acrecentar la riqueza nacional y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios. Además, el estado obtenía unos ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar los títulos de deuda pública.
La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX.
Fue usada principalmente para vender las propiedades de la Iglesia a la clase burguesa, que así pagaría impuestos además de darle uso comercial y industrial a esa tierra. Así, el estado obtenía unos ingresos extraordinarios con los que se pretendían amortizar la deuda pública. Los ingresos se efectuaron a través de dos procedimientos: la subasta al mejor postor (el cual solía estar decido incluso antes de la subasta), y la redención por el censatario cuando se trataba de derechos.

Las desamortizaciones hicieron que España viese rotas sus relaciones con el Vaticano en varias ocasiones a lo largo del siglo XIX. Las principales desamortizaciones en este tiempo fueron las de Mendizábal y Madoz.

Mapa de Europa a principios del siglo XIX


Mapa de Europa a finales del siglo XIX

         

Mapa de las divisiones administrativas en España antes de J.Burgos



Tras el levantamiento del general Riego, durante el Trienio Liberal (1820–1823), se impulsa la construcción del Estado liberal, y con él se promueve una nueva división provincial, con la principal intención de alcanzar a todo el país, sin excepciones. En enero de 1822 se aprueba, con carácter provisional, una división provincial de España en 52 provincias.
Este proyecto hacía pocas concesiones a la historia, y se regía por criterios de población, extensión y coherencia geográfica.Este proyecto generó intensos debates por el número de provincias y la capitalidad, pero no dejaron de ser cuestiones menores.

La caída del gobierno liberal y la restauración del absolutismo dio al traste con el proyecto. En 1823 se restablecen las provincias del Antiguo Régimen por lo que el plan de 1822 nunca llegó a entrar en vigor.

Mapa de las divisiones administrativas en España después de J. Burgos


Durante la regencia de María Cristina, Javier de Burgos, Ministro de Fomento bajo el gobierno de Cea Bermúdez, se hizo cargo de la división provincial de finales de 1833 que sigue vigente con algunas modificaciones hoy en día. Fue un Real Decreto, fechado el 30 de noviembre de 1833, con siete artículos, el que establecía la constitución de cuarenta y nueve provincias. En virtud de aquél, el antiguo Reino de Murcia quedaba dividido en dos provincias, y ambas administradas por el Gobierno central: la de Albacete, al norte, y la de Murcia, al sur. Las provincias recibieron el nombre de sus capitales (excepto cuatro de ellas, que conservaron sus antiguas denominaciones: Navarra, con capital en Pamplona, Álava con Vitoria, Guipúzcoa con San Sebastián y Vizcaya con Bilbao). El proyecto de Javier de Burgos fue prácticamente el mismo que el de 1822, pero sin las provincias de Calatayud, Vierzo y Játiva; además, otras provincias cambian de nombre al cambiar de capital. El modelo de Javier de Burgos eran los departamentos franceses y si bien muchas de las decisiones de límites y adscripciones a provincias pudieron parecer arbitrarias (de acuerdo a criterios históricos y geográficos), no lo fueron tanto, puesto que seguían ciertos criterios "racionales": extensión (desde el punto más alejado de la provincia debería poder llegarse a la capital en un día), población (las provincias deberían tener una población entre 100.000 y 400.000 personas) y coherencia geográfica. A la cabeza de cada provincia, el gobierno de la nación designaría un representante, que ostentaría el título de jefe político.

viernes, 11 de diciembre de 2015